Orlando Melgar de 38 años, salió el pasado 11 de febrero de su casa
en Lempira, Honduras, junto a su hija de 12 años, con rumbo a Estados
Unidos donde su hermana lo esperaría en el Boston, Estados Unidos.
Sin embargo la travesía termino en Nahualá donde Melgar se separó de su hija y ya nada se supo de él, la niña regreso a su casa en Honduras una semana después, contando la historia de la desaparición de su padre y fue allí donde inicio la búsqueda por parte de las familia.
El cuerpo de melgar fue encontrado el pasado miércoles 25 de este mes, en el sector La Cuchilla en el municipio Concepción Chiquirichapa, Quetzaltenango, el cadáver ya no tenía parte del rostro debido a que los animales lo devoraron.
Santos Lara esposa de Melgar, se enteró de la muerte de su esposo y el hallazgo del cuerpo, por lo que viajo desde Honduras para reconocer el cadáver y poder darle sepultura.
Dijo su esposa que el objetivo era poder mejorar su calidad de vida, mencionó además que no le pagaron a ningún “Coyote” para que los hiciera cruzar la frontera.
En los bolsillos del pantalón de Orlando Melgar, se localizaron los números de teléfono de su hermana en Estados Unidos, donde se logró contactar con ella identificándolo.
Este es uno de tantos casos al respecto de centroamericanos que buscan el sueño americano pero que en el recorrido solo encuentran la muerte.
Sin embargo la travesía termino en Nahualá donde Melgar se separó de su hija y ya nada se supo de él, la niña regreso a su casa en Honduras una semana después, contando la historia de la desaparición de su padre y fue allí donde inicio la búsqueda por parte de las familia.
El cuerpo de melgar fue encontrado el pasado miércoles 25 de este mes, en el sector La Cuchilla en el municipio Concepción Chiquirichapa, Quetzaltenango, el cadáver ya no tenía parte del rostro debido a que los animales lo devoraron.
Santos Lara esposa de Melgar, se enteró de la muerte de su esposo y el hallazgo del cuerpo, por lo que viajo desde Honduras para reconocer el cadáver y poder darle sepultura.
Dijo su esposa que el objetivo era poder mejorar su calidad de vida, mencionó además que no le pagaron a ningún “Coyote” para que los hiciera cruzar la frontera.
En los bolsillos del pantalón de Orlando Melgar, se localizaron los números de teléfono de su hermana en Estados Unidos, donde se logró contactar con ella identificándolo.
Este es uno de tantos casos al respecto de centroamericanos que buscan el sueño americano pero que en el recorrido solo encuentran la muerte.