La cultura maya es una serpiente y nos habla del poder de la
serpiente. Sólo las civilizaciones serpentinas son verdaderas culturas,
verdaderas civilizaciones.
Con lágrimas en los ojos, me arranco el corazón por tener que
hablar cosas que no debería hablar, porque esto es como echarle
margaritas a los cerdos, pero la pobre humanidad doliente las necesita y
me veo en la angustia de decir algo sobre la serpiente voladora.
En el Popol Vuh de los mayas, el ave y la serpiente figuran
como creadores sexuales del Universo. Tepeu y Cocumatz envían un
gavilán al inmenso mar de la gran vida, para traer la serpiente, con
cuya sangre maravillosa amasan el maíz amarillo y blanco. Dice el Popol
Vuh que con esta masa de maíz amarillo y blanco, mezclado con la
sangre de la serpiente, el dios Quetzalcoatl formó la carne de la
gente.
El ave representa al espíritu universal de vida. La serpiente
representa al fuego sexual del Tercer Logos. La sangre de la serpiente
indica las aguas del Génesis, el gran esperma universal, el Ens Seminis
o semen Cristónico, aguas en las que está el germen de toda vida,
Estas son la sangre de la Tierra, según el filósofo maya.
La diosa Coatlicue es la madre de la vida y de la muerte (Ens Seminis).
Realmente, el fuego sexual del Tercer Logos hace fecundas las aguas de vida para que surja el universo.
En la teogonía maya, dos dioses intervienen en la creación: uno
que da la vida y la forma al hombre, y otro que le da la conciencia.
El Tercer Logos hace fecundas las aguas de vida y, cuando éstas han
sido fecundadas, interviene el Segundo Logos infundiendo la conciencia
en todos los organismos.
Los vehículos de acción de todas las fuerzas Logoicas son los
dioses inefables. El gavilán Ch'uuy, el guacamayo MO, el cernícalo X'
Cen Cen Bac, el tapir Tzimink Aax y la serpiente Can son los factores
básicos de los mitos geogénicos mayas.
Estos símbolos se utilizan esotéricamente y exotéricamente. En
el campo exotérico o público simbolizan hechos de tribu,
acontecimientos históricos, etc., etc. En el aspecto esotérico o
secreto, la cuestión es altamente científica, profundamente filosófica,
sublimemente artística y tremendamente religiosa.
Entre los mayas el paraíso terrenal es el Tamoanchan, el
sagrado lugar de la serpiente, del pájaro serpiente. Tamoanchas son, de
hecho, los iniciados en la serpiente. El mito de los Tamoanchas es el
del pájaro serpiente. Los Tamoanchas descienden de los toltecas,
olmecas y mayas.
La serpiente emplumada habla claro del pájaro serpiente y es
identificada con Quetzalcoatl, el Cristo azteca, quien siempre aparece
acompañado del águila y la serpiente. El águila del espíritu y la
serpiente de fuego que nos convierten en dioses terriblemente divinos.
El quetzal de los mayas es la serpiente emplumada, el pájaro serpiente.
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