Imagine que usted
pudiera establecer su sueldo sin que nadie lo contradiga porque es la máxima
autoridad. ¿Qué aspectos consideraría para fijar una cifra?, ya que
efectivamente, los presidentes de Guatemala fijan su propio salario y Otto
Pérez gana Q141,167 al mes, ¿le parece justo en comparación del salario mínimo
que es Q2,530.34?
Por definición,
según el artículo 88 del Código de Trabajo, el salario es la retribución que el
patrono debe pagar al trabajador en virtud del cumplimiento del contrato de
trabajo de la relación de trabajo vigente entre ambos. Históricamente esa
relación ha evolucionado, pasamos de ser esclavos a servirle a los señores
feudales y después de la Revolución Industrial a un tipo de relación
patrono-empleado más parecida a lo que tenemos en la actualidad.
En nuestro país hay
distintas clases de salarios, como hay distintas clases de actividades
productivas, pero en general, se dividen entre agrícolas y no agrícolas. En el
ámbito del empleo formal, el artículo 103 del Código de Trabajo establece que
Todo trabajador tiene derecho a devengar un salario mínimo que cubra sus
necesidades normales de orden material, moral y cultural y que le permita
satisfacer sus deberes como jefe de familia. A la fecha, el salario mínimo
oficial para el país es de Q2,530.34, cantidad que resulta insuficiente para
cubrir la Canasta Básica Alimentaria, valorada en Q3,123 y, menos aún, la
Canasta Básica Vital, Q5,700.
Los procesos y
reglamentos para fijar el salario mínimo se encuentran contenidos en el Código
de Trabajo, dichos procedimientos aplican a todos los trabajadores, excepto a
los que sirvan al Estado o a sus instituciones, cuya remuneración esté
determinada en un presupuesto público. Los salarios se fijan y actualizan cada
año por un acuerdo entre el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, la
Comisión Nacional del Salario que recibe recomendaciones de las comisiones
paritarias, organismos técnicos integrados por representantes de gobierno y los
sectores laboral y patronal, de las diversas actividades productivas del país,
que velan porque los acuerdos que fijen el salario mínimo, sean acatados.
En el caso de los
funcionarios públicos hay dos leyes que se complementan para establecer su
salario, la Ley de Servicio Civil y la Ley de Salarios de la Administración
pública. En ambas leyes se establece que la máxima autoridad del Servicio Civil
es el presidente de la República. El artículo 71 de la Ley de Servicio Civil
explica que En consulta con el Ministerio de Finanzas Públicas y con las
respectivas autoridades nominadoras, el Director de la Oficina Nacional de
Servicio Civil, elaborará y someterá a la consideración del Presidente de la
República, un plan de salarios para los empleados y funcionarios comprendidos
en los Servicios por oposición y sin Oposición, para lo cual el Director
formulará una escala por cada clase de puestos, que comprenderá remuneraciones
mínimas y máximas, y las intermedias que se estime apropiadas.
Así es que quien da
la aprobación final a los salarios de los servidores públicos es el presidente
de la República, ello incluye su propio salario, que será consignado en el
presupuesto que realiza la presidencia y debe aprobar el Congreso de la
República. A la fecha, Otto Pérez Molina recibe un salario mensual de Q141,167,
cantidad que también recibía su antecesor, Álvaro Colom y que equivale a 55
veces el salario mínimo, sin tomar en cuenta que el presidente recibe vivienda,
transporte, seguridad, alimentación, viáticos y recibirá un salario de por vida
al abandonar el cargo.
Durante el gobierno
de Óscar Berger fueron eliminadas las partidas de gastos confidenciales de la
presidencia y se aumentó el monto del salario del mandatario, así que es
posible argumentar que ya está determinado por partidas presupuestarias de la
cartera del Tesoro y es más práctico que siga así. Sin embargo, de acuerdo al
analista independiente Manuel Villacorta, si el presidente lo decidiera podría
bajarse el sueldo por medio de un acuerdo gubernativo, en un procedimiento
similar al que se utiliza para aumentar su salario, solo que con el fin
contrario.
El mejor salario de
la región
El salario del
presidente de Guatemala es, por lo menos, tres veces mayor al del resto de
presidentes de Centroamérica, uno de los más altos de América y no está tan
lejos de salarios de presidentes de Europa o Asia.
Sin embargo, Guatemala sí está lejos de
competir con muchas naciones americanas, europeas, asiáticas y africanas. En su
artículo Gasto Público: Cero Resultados, publicado recientemente en la página
Web del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales, CIEN, Hugo Maúl afirma
que Pareciera existir una fe ciega en que lo único que se requiere para que se
resuelvan mágicamente los problemas sociales es que el gobierno gaste cada vez
más. Nada se habla de la capacidad real del gobierno para generar resultados,
como si solo bastara tener los recursos para que fuera efectivo.