Rechazan diseño de licencias diferenciadas para indocumentados de California

La Coalición pro Derechos de los Inmigrantes de Los Ángeles (Chirla) decidió no quedarse de brazos  cruzados ante la posibilidad de que California se vea forzada a expedir una licencia de manejo marcada a los indocumentados.

“No podemos permitir que el Departamento de Seguridad Nacional imponga a California que dé a sus indocumentados, una licencia color morada como pasa en Illinois, donde la licencia es de ese color para las personas sin papeles mientras que para los residentes legales es de color rojo”, indicó Angélica Salas, líder de Chirla.

Queremos una licencia que proteja a los inmigrantes de la discriminación y de la que se sientan orgullosos”, observó.

A principios del mes pasado, el DHS rechazó el diseño hecho por el Departamento de Motores y Vehículos porque no cumple con la ley federal Real ID.

El DHS quiere que las licencias para indocumentados tengan un color y diseño diferentes a las licencias para los residentes legales, así como que se especifique al frente que no sirven para fines de identificación federal.


El diseño propuesto por el DMV, bajo la ley AB60 que autoriza las licencias para indocumentados, tendrá dos diferencias que la distinguen de la licencia tradicional. Al frente, cambia la letra L junto al número por una P que significa privilegio. En la parte de atrás, se señala que la licencia no sirve para propósitos federales de identificación.

¿De qué nos sirve tener una ley que nos de licencias si nos va a dar miedo aplicar?”, cuestionó Isabel Medina quien lleva 21 años, bajo el volante sin contar con una licencia.

Medina hizo un llamado al gobernador Jerry Brown. “Nosotros estuvimos ahí por usted cuando pidió los votos de nuestra comunidad, ahora necesitamos de usted, que se mantenga firme para que no, nos den una licencia marcada que nos ponga al borde de la deportación”, señaló.

Salas dijo que han tenido pláticas con el gobernador y el jefe de la policía de Los Ángeles, Charlie Beck, y existe una buena disposición para proteger el diseño creado por el DMV para las licencias. “Pero si no nos movilizamos y presionamos, no lo vamos a lograr. Si van hacerse cambios al diseño creado por el DMV, que sean los más discretos posibles sin poner en riesgo a los inmigrantes porque las deportaciones no cesan”, indicó.


Patricia Salazar vino de Palmdale a protestar al edificio federal Ronald Reagan contra una licencia marcada. Lleva de 2004 sin licencia de conducir.

“Me preocupa tanto una licencia de color, por la discriminación que se pudiera dar si la detienen a uno.
Entonces luego, luego va a cambiar el trato. Tendríamos miedo a presentarla”, comentó.
María Galván del Valle de San Fernando tiene 14 años de manejar sin licencia. “No tiene que venir marcada con color porque aunque somos indocumentados, igual pagamos impuestos como el ciudadano”.

Socorro Vázquez de la organización LA Voice Pico, vecina del este de Los Ángeles, dijo que cuando supo que DHS quería una licencia marcada su alegría se transformó en temor.
“Tenemos miedo que la policía nos discrimine”, indicó.

Para el próximo enero de 2015, deberá entrar en vigor las licencias para indocumentados. El mes pasado, el DMV reveló los requisitos propuestos para darlas. Este 24 de junio, el DMV celebrará en la ciudad, una consulta pública para que la gente opine sobre los documentos sugeridos para entregar las licencias.

El DMV permanece en negociaciones con el DHS para definir como resolverán las diferencias que tienen sobre el diseño de las licencias para indocumentados.
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