El plan del presidente Raúl Castro de eliminar medio millón de empleos estatales en los próximos seis meses genera incertidumbre entre muchos cubanos, pero algunos ven la oportunidad de montar su pequeño negocio. “Todavía no sabemos a qué nos vamos a enfrentar, no está fácil la cosa, muchos trabajadores quedarán cesantes”, dice preocupada Lázara Martínez, de 45 años, recepcionista de una de las empresas administradas por la Oficina del Historiador de La Habana.
La Central de Trabajadores de Cuba (CTC) precisó el lunes el recorte en los próximos seis meses de 500.000 empleos estatales, medida con la que el gobierno prevé aumentar la productividad del trabajo, uno de los talones de Aquiles de la economía cubana. Con 11,2 millones de habitantes, Cuba tiene una fuerza laboral de 4,9 millones, 4,1 millones de ellos en el Estado, que controla el 95% de la economía.
Según versiones extraoficiales, a quienes resulten cesantes, se les ofrecerá trabajo en la agricultura y la construcción, donde faltan brazos. En caso de no optar por ninguna oferta, la empresa les abonará un mes de salario (17 dólares) por cada diez años trabajados.
En lo que es considerada la medida de mayor impacto de las adoptadas por Raúl Castro desde que llegó al poder en el 2006, Cuba ampliará la pequeña y mediana empresa cooperativa, como alternativa a la reducción de empleos.
Un documento que circula entre dirigentes del Partido Comunista (PCC, único) señala que la expansión de la iniciativa privada permitirá crear 450.000 empleos no estatales en el 2011. Según esas versiones, el Gobierno proyecta entregar unos 250.000 permisos de trabajo “por cuenta propia”, pequeños negocios -que deben pagar impuestos- como cafeterías, alquiler de habitaciones a turistas, plomeros, criadores de animales, peluqueros, fotógrafos de fiestas, etcétera.
Las medidas van más allá de la pequeña apertura de negocios autorizada en 1993 -en plena crisis económica causada por la caída del bloque soviético- por Fidel Castro, quien había abolido la iniciativa privada en 1968, en la llamada “ofensiva revolucionaria”.
Para Ángel Millo, ex maestro de primaria y carpintero, pionero en 1993 del trabajo por cuenta propia, “la ampliación de los negocios privados puede resultar muy positiva”. En cambio Aldana, una artesana, considera que trabajar por cuenta propia no le daría resultado. “¿Qué gano con pedir una licencia, si luego el Estado no te vende la madera?”.
Según analistas, con la medida, Cuba empieza a adentrarse en el libre mercado por el sendero más difícil. “No tienen la liquidez para mantener a toda esta gente”, dice Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos en Florida. “La pregunta es ¿cómo va absorber esto la economía’. No hay una economía privada vibrante en Cuba”, añade.
La frase ”el modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros” que Fidel Castro pronunció ante el periodista estadounidense Jeffery Goldberg, cobra nueva fuerza con estas medidas, considera Julia Sweig, del Consejo de Política Exterior en Washington. “Cuando el capitalismo mundial se adueñe del mundo entero, Fidel Castro seguirá oponiéndose a ello hasta el final, pero eso no significa que vaya a entorpecer el camino de su hermano”, añadió.
Apuntes: Diferentes trabajos
Por cuenta propia
Según documentos que circulan en el Partido Comunista y la Central de Trabajadores, 124 actividades se pueden ejercer “por cuenta propia”, individualmente o en cooperativas.
Cooperativas
Actualmente las cooperativas solo existen en el sector agropecuario, pero se planea autorizarlas en una serie de servicios y producción de bienes: cafeterías, hostales, bares, servicio de comida a domicilio, alquiler de locales para fiestas, limpieza, gimnasio, servicios de belleza, cría de cerdos y chivos, cuidadores de animales, construcción, etcétera.
Inversión extranjera
La inversión privada extranjera se concentra en el turismo, que supone unos 2.000 millones de dólares al año, en ingresos y el níquel.
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