Hoy en día nadie pone en duda las excelencias de la lactancia materna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva por lo menos durante los seis primeros meses de vida del bebé, y continuarla en combinación con otros alimentos hasta los 2 ó 3 años de edad.
Todos los pediatras y Centros de Maternidad la aconsejan, reconociendo sus propiedades inmunológicas y su eficacia preventiva en el desarrollo de alergias.
Consecuentemente su práctica se extiende cada día en nuestra sociedad, aceptándose sin cuestionamientos lo que hace unos años se consideraba una extravagancia de los naturalistas.
Pero todavía queda mucho por hacer. La mayor parte de las mujeres que deciden amamantar lo abandonan a los dos o tres primeros meses y sólo unas pocas continúan más allá de los siete u ocho meses. La razón más frecuente es la falta de leche, consecuentemente se introduce la leche artificial y se termina definitivamente con la producción láctea de la madre. También influye la fatiga de la madre después de dar a luz.
Paradójicamente, hay pocos pediatras y matronas con verdadera experiencia en lactancia natural; en un gran número de casos lo que hacen es traspasar las normas de la lactancia artificial a la lactancia materna, y esto no funciona.
La madre suele sentirse sola y confusa cuando se presentan problemas, recibe muchísimos consejos contradictorios de familiares, vecinas y personas que no han experimentado lactancias prolongadas. Se ve normal el que la madre tenga poca leche y que haya que ayudar con biberones. Por esta razón, la OMS recomienda la creación de grupos de ayuda a la lactancia materna que den información y apoyo a las madres interesadas.
Y con esta intención nace hace un año en Cantabria la Asociación La Buena Leche, fundada por varias mujeres con experiencia, que ya habíamos amamantado a nuestros hijos en varias ocasiones disfrutando con ello. Nos reunimos e iniciamos la tarea gracias al impulso de dos matronas del Insalud que nos facilitaron un lugar donde reencontrarnos y nos contactaron con más mujeres interesadas en amamantar a sus hijos.
Con el nombre La Buena Leche hemos querido reflejar varias cosas, en primer lugar buen humor, también hemos querido desterrar la idea tan extendida de que la leche de una mujer no sea buena para amamantar a su hij@.
Esta afirmación se suele recibir con sentimiento de culpa, de impotencia e incluso de miedo a poner en peligro la vida del hijo. El nombre también refleja la influencia del amamantamiento en el desarrollo emocional, con buena leche queremos relacionar la lactancia materna con armonía y buen carácter, con un buen desarrollo psicoemocional del lactante y de la madre. Una madre con apoyo y bien informada suele disfrutar de la experiencia y estar más relajada al no tener que dedicar un tiempo adicional a preparar y esterilizar biberones y controlar sus dosis y horario.
Apoyo mutuo a la lactancia materna
Desde la Asociación ponemos nuestra experiencia al servicio de otras personas y nos enriquecemos con las aportaciones de otr@s. Cada quince días nos reunimos e invitamos a toda persona interesada. Es importante la asistencia de primerizas embarazadas, pues normalmente se emplea casi todo el tiempo en preparar el parto -que dura unas horas- dando por hecho que la lactancia, que dura meses, no presenta dificultades. El grupo también proporciona a las mujeres el que puedan relacionarse con otras mujeres que estén pasando por circunstancias similares e intercambiar puntos de vista, dudas, emociones, información... Es algo muy distinto de la visita de la pediatra, aquí las madres se tratan entre iguales. Además atendemos consultas por teléfono o correo.
Aparte de la ayuda particular a cada madre/hij@, tenemos el deseo de contribuir a la difusión social, que la población se familiarice con la lactancia materna, que los jóvenes y niños vean con frecuencia cómo se amamanta en parques y jardines, con naturalidad. Que las abuelas vuelvan a aconsejar la lactancia materna a demanda, libre de horarios, que es uno de los pilares para el éxito de la misma, que la gente no se asombre al ver lactantes de 2 ó 3 años, que los profesionales, cada vez más, favorezcan en la práctica esa lactancia... Es muy importante el apoyo ambiental de la madre, que sólo cuenta con el de su pareja.
Marisa Ramos, presidenta de La Buena Leche ha escrito el libro "La Lactancia materna: un reto personal" con el objeto de que se reparta gratuitamente a las mujeres que van a dar a luz en el Insalud.
En el breve tiempo que llevamos reuniéndonos, hemos tenido grandes satisfacciones: madres desconsoladas que han perdido la leche y la recuperan pudiendo abandonar el biberón, dudas y angustias resueltas, niños lactantes de 2 años de edad, etc.
Experiencias hermosas y gratificantes que hacen vivir la lactancia materna con orgullo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario